La ciudad de Bucaramanga surgió como núcleo urbano jurídicamente reglado, sólo hasta el ocaso del periodo colonial. El 22 de diciembre de 1622, el presbítero Miguel de Trujillo y el juez poblador, Andrés Páez de Sotomayor, por comisión del oidor, levantaron un acta dando por terminada la iglesia y sacristía del lugar, a la que dieron el nombre de Real de Minas de Bucaramanga, donde luego de celebrar la misa, repartieron los resguardos entre los indígenas de las distintas encomiendas, con límites muy similares a los que actualmente se han fijado en el área metropolitana.
En esta región la gastronomía y las tradiciones culturales se fusionan para producir menús diferentes, pues los contrastes geográficos de la región y la tenacidad de su gente se reflejan en algunos de los platos que encontrarás en tu recorrido. Sopas como el mute, la carne oreada y las emblemáticas hormigas culonas son algunos de los sabores más representativos de Santander.
Hace 66 años en Bucaramanga se celebra la fiesta cultural más importante de la región: la Feria Bonita. Una fiesta destacada por sus actividades culturales diseñadas para todos los públicos. Los barrios de estratos 1, 2 y 3 de la ciudad y su zona rural también disfrutan de la agenda cultural que se vive en la Capital Santandereana durante septiembre.